He leído el artículo del Club Italiano de la Raza Española sobre la Selección del Canario de Raza Española y que firma Ferran Gironés Limeres. En él, textualmente se dice:
Es evidente que hasta principios de los 80 la raza española no se caracterizaba por una gran pureza, había esencialmente dos líneas, verde y amarilla, y era muy raro verlas cruzadas entre ellas.
Analizando estas dos líneas vinculadas al color se puede ver cómo normalmente el verde es más corto, de cuerpo, cuello, cola y pata y con amplio pecho, mientras que el amarillo que tiene el cuerpo más delgado, el cuello mejor definido, las patas y la cola más larga y la posición más vertical. Son rasgos evidentes de cómo la línea verde desciende del canario salvaje y la línea amarilla del hosso.
Con el cruce de
las dos líneas y, por lo tanto, de las características relativas, se logró un
importante punto de inflexión en el trabajo de selección. En primer lugar, el
intercambio de sangre puso fin a los graves problemas causados por la
consanguinidad demasiado estrecha y prolongada, la gran mayoría de los
ejemplares procedían de unos pocos criaderos donde la idea era mantener el
tamaño pequeño, por lo que el canario debería sufrir hambre y acoplar siempre
intenso para intenso.
No puedo estar más en desacuerdo con lo
escrito. No sé de dónde habrá obtenido la información ni a qué zona de España
se refiere si es que está hablando de algún lugar concreto, pero mis recuerdos
no coinciden con los suyos.En los años 70 los canarios de Raza Española eran muy escasos. Alvaro Guillén, por entonces presidente de una sociedad madrileña cuyo nombre no recuerdo exactamente, instauró un premio especial para la Raza Española, con el fin de fomentar su cría. En las exposiciones más concurridas se veían muy pocos ejemplares (siempre menos de 10) y siempre eran de color verde, color que era el normal en casi todas las razas de canarios que no fueran de color. Los timbrados y los roller eran prácticamente todos verdes y no estaban cruzados con el canario salvaje.
Cuando en los 80, y posteriormente, se
empiezan a criar los canarios de postura, el Raza Española empieza a verse más
y el problema de entonces eran los mestizajes. La idea es que tenía que ser
pequeño y por ello se cruzaba con el verdecillo y con el cantor de Africa,
cruces que daban hijos fértiles y así se pretendía tener canarios pequeños.
Pero aparecían otros problemas: forma de cabeza inadecuada, cuello inexistente,
pecho y espaldas amplias. Los jueces castigábamos duramente estos ejemplares,
llegando a descalificarlos cuando eran muy evidentes los signos de mextizaje.
En las charlas que dábamos en las sociedades, así como en las conversaciones
con los criadores, insistíamos en la necesidad de la selección.
Se abusó del cruce de intenso por
intenso, tanto que aparecían zonas calvas, pero los canarios se fueron
acortando y estrechando. Y los canarios seguían siendo predominantemente verdes
por dos motivos: porque al ser oscuros parecían más pequeños y porque no había
ninguna otra raza de postura con la que poder cruzarlos ya que el Hosso era practicamente
desconocido en España.
Poco a poco iban apareciendo cada vez
más canarios píos y de ellos fueron saliendo los canarios amarillos. Los
canarios blancos y algunos marfiles se obtenían con cruces con canarios de
color de tamaño lo más pequeño posible y posterior selección de los resultados
de echar esos canarios con otros de Raza Española.
Nunca he conocido a ningún criador que
diese poca comida a sus Raza Española para que creciesen menos. Lo que se hacía
era seleccionarlos, escogiendo las hembras más pequeñas para la cría pues se
decía que al ser pequeñas, esas hembras ponían huevos más pequeños y de ellos nacían ejemplares de pequeño tamaño.
En este artículo se dice que
desafortunadamente no se siguió ninguna metodología ni se ha guardado registro
del proceso utilizado. En eso tiene toda la razón. No había ningún club
especializado y la metodología de la cría se reducía a las ocurrencias o
comentarios de diversos aficionados. En algunas zonas de España había cierta
afición y los criadores podían compartir sus experiencias e intercambiar
ejemplares. Que yo sepa no ha habido ningún Dawans ni ningún Zingoni del Raza
Española que nos haya dejado escrito todo el proceso seguido.